ARGENTINA, 9 DE MAYO DE 2025 (Provincial News).- En menos de 60 minutos y sin necesidad de equipamiento de laboratorio, un nuevo test desarrollado por científicos argentinos puede detectar infecciones causadas por virus y bacterias como dengue, Chagas, viruela del mono, chikungunya, sífilis y Covid-19.
El avance fue posible gracias a la empresa Neokit S.A.S., surgida de un consorcio público-privado entre el Conicet y el Laboratorio Pablo Cassará, y representa uno de los desarrollos biotecnológicos más disruptivos del país. El kit, económico y portable, ya se exporta a países como Canadá, Colombia, Panamá y El Salvador, y su efectividad ha sido validada en plena pandemia.
🧪🔬 De la agricultura al diagnóstico humano
Todo comenzó en 2011, cuando el biólogo Adrián Vojnov, investigador del Conicet, desarrolló un test para detectar la enfermedad “dragón amarillo” en cítricos. La técnica resultó tan eficaz que, junto con la científica Carolina Carrillo, decidieron adaptarla para enfrentar uno de los desafíos sanitarios más complejos del país: el Chagas congénito.
El éxito fue rotundo. Y a partir de ese momento, el equipo de Neokit comenzó a aplicar el mismo enfoque para detectar otras enfermedades transmisibles. Cuando llegó el Covid-19, estaban preparados.
“Todo lo que habíamos hecho antes nos dio experiencia para que cuando llegara la pandemia ya tuviéramos herramientas para responder rápido”, contó Vojnov.
El test que cambió todo
En mayo de 2020, en plena pandemia, el equipo presentó un kit molecular rápido para SARS-CoV-2 que, con la precisión de una PCR, arrojaba resultados en solo una hora. En dos años, vendieron más de seis millones de unidades, tanto en el país como en el exterior.
¿Cómo funciona?
El sistema es simple, económico y revolucionario. “Solo se necesita una muestra (puede ser de sangre o hisopado), un tubo con reactivo y una fuente de calor constante. Si la muestra se mantiene violeta, es negativa; si vira al azul celeste, es positiva”, explicó Carrillo.
Este test colorimétrico no necesita equipamiento de laboratorio, técnicos especializados ni condiciones de refrigeración extrema. Y su precio ronda los cinco dólares, mucho menos que los test PCR tradicionales, que pueden costar entre 15 y 20 dólares.
“Es una herramienta accesible, confiable y adaptable a múltiples enfermedades”, afirmó Carrillo.
Ciencia argentina que salva vidas
Además de Vojnov y Carrillo, el equipo de Neokit lo completan Luciana Larocca, Fabiana Stolowicz y Santiago Werbajh, todos investigadores asociados al Conicet o la Fundación Pablo Cassará.
El caso Neokit demuestra que la inversión estatal en ciencia puede derivar en desarrollos concretos que impactan directamente en la salud pública y exportan conocimiento al mundo. (Provincial News)